¿QUÉ PASÓ EL 9 DE JULIO? SEGÚN EL
HISTORIADOR FELIPE PIGNA.
“El martes 9 de Julio de 1816, no llovía
como en aquel 25 de mayo de hacía seis años. El día estaba muy soleado y a eso
de las dos de la tarde los diputados del congreso empezaron a sesionar. A
pedido del diputado por Jujuy, Sánchez de Bustamente se trató el “proyecto de
deliberación sobre la libertad e independencia del país”. Y la verdad es que no
hubo discusión. Todos estuvieron de acuerdo en declarar la independencia. Ese
día no hubo fiestas, pero todos se prepararon para los festejos del día
siguiente. La ciudad de Tucumán estaba llena de flores, guirnaldas y banderas.
Por la noche se armaron varias peñas y bailes de festejo. Se había esperado
mucho para declarar la Independencia y la gente quería expresar su alegría”. En
la ampliación más de lo sucedido hace 194 años, según la visión del reconocido
historiador Felipe Pigna.
Los actos empezaron a eso de las nueve de
la mañana con una misa celebrada por un congresal: el sacerdote Castro Barros.
Asistieron todos los diputados, el gobernador Aráoz y el Director Supremo Juan
Martín de Pueyrredón.
En la plaza esperaba la gente.Era míercoles pero parecía
un domingo. Unos con ponchos y botas, otros con galeras y chaquetas, escuchaban
a los cantores que interpretaban cielitos y zambas que tenían como tema
principal a la Independencia, aunque siempre mezclaban en su repertorio
canciones “de amor” que tanto le gustaban a las chicas.
Después de la misa los
congresales tenían que seguir trabajando. Quedaban varios asuntos por resolver.
Se hicieron tiempo para mezclarse con la gente y compartier unos ricos
pastelitos y volvieron a sus tareas. Pero tuvieron que seguir sesionando en la
casa del gobernador Aráoz, porque el salón congresal, el de la famosa “casita”
estaba siendo preparado y adornado para el baile de la noche.
En una breve
sesión nombraron a Pueyrredón y designaron a Belgrano General en Jefe del
Ejército del Alto Perú, en reemplazo de Rondeau, muy desprestigiado tras la
derrota de Sipe-Sipe.
El Director Supremo partió esa misma tarde para Córdoba,
donde lo esperaba el General San Martín para tratar un tema secreto. Después se
supo el contenido de las conversaciones que duraron dos días: el cruce de los
Andes, la Independencia de Chile y el Perú. San Martín lo había preparado
durante años, teniendo muy en cuenta un manuscrito de 47 páginas que había sido
elaborado por el general inglés Thomas Maitland en 1800 y aconsejaba tomar Lima
a través de Chile por vía marítima.
Venga a bailar
La ciudad de Tucumán estaba
llena de flores, guirnaldas y banderas. Por la noche se armaron varias peñas y
bailes de festejo. Se había esperado mucho para declarar la Independencia y la
gente quería expresar su alegría.
En la casa histórica el baile se armó en
salón principal. Allí estaba la orquesta y algunos paisanos guitarreros. Porque
se bailaba el minué, pero también la zamba. Entre los que mejor bailaban, se
destacaba el general Belgrano que no se despegó en toda de la noche la muy
bonita Dolores Helguera, la futura madre de su hija.
Por allí andaban las
chicas más lindas de Tucumán así que decidieron elegir a la reina de la fiesta.
Como en un concurso de Miss Argentina, se armó un jurado y salió electa Lucía
Aráoz a la que llamaron “la rubia de la Patria”. Todos quisieron bailar con la
reina, que al final de cuentas y de tantas discusiones y propuestas monárquicas
fracasadas en el congreso, fue la única que logró, con su belleza, poner de
acuerdo a monárquicos y republicanos en proclamar, aunque sea por una noche, a
alguien con título real.
Más bailes
El gobernador Aráoz pensó que ese baile
había sido para unos pocos y que no estaba nada mal armar uno bien grande, para
todo el pueblo de la ciudad. La fecha fijada fue el 25 de julio. Primero hubo
un desfile militar y varios discursos, entre los que se destacó el de Belgrano
que conmovió mucho a la concurrencia. Allí el general exaltó los valores de la
libertad, rindió homenaje a los caídos en la lucha por la independencia y
presentó en público su idea de un gran imperio del Sur, gobernado por un
descendiente de los incas.
Luego, lentamente se fue armando el baile”.
Fuente: www.elhistoriador.com.ar
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