Como en la vida. Las cosas cambian. Aferrarse al no cambio, siendo el cambio permanente quizás lo único que llegó para quedarse, es el principio del deterioro. No lo decimos por pensarlo así, sino porque nuestra convicción surge de haberlo experimentado, trabajado y… también como en la vida haber logrado éxitos y fracasos. Afortunadamente muchos menos de estos últimos que de aquellos.
El secreto está en la convicción. En la actitud. En el esfuerzo. En el contagio de la gente. En el liderazgo sin recetas, de los que escuchan tanto o más que lo que hablan. En la percepción. En el no entregarse. En la decisión inquebrantable de liderar y gestionar.
En fin… en todas aquellas cosas que permitieron a los grandes hombres y mujeres de la humanidad…. precisamente: “ser los grandes”.
No hay magia. El camino es el que hemos esbozado. Lo demás, es puro cuento…!!!
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